11 sept 2009

Para el que no lo sabra nunca,


Esperando su llegada, sintiendo esas cosquillas en la panza.
el tiempo no pasaba y yo seguía ahí, como si nada
entre charlas de amigos que jamas iba a comprender
porque mi pensamiento divagaba en su mirada.

Y cuando al fin, lo vi asomarse por la puerta,
mi corazón dio un brusco vuelco,
que ganas de correr a abrazarlo,
y que manía la mía de no hacer lo que deseo.

Tan solo si supiera lo que siento en esos momentos,
si esto no fuera tan secreto,
si pudiera decirle cuanto lo quiero,y dejar de lados la bromas de bodas..

Pero es lo que queda, la dulce tristeza de tenerlo sin tenerlo;
conformándome con su mirada, con esos abrazos,
que reparte entre todos,
porque ciertamente no me pertenece. Aunque seria maravilloso que así fuera.









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